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06-08-2024

Disautonomía: Cómo comprender y cuidar el sistema nervioso autónomo

La disautonomía y su relación con el sistema nervioso autónomo

Nuestra intención es que entiendas el significado de la palabra disautonomía y te familiarices con ella, pero, para ello, primero tenemos que empezar hablándote del sistema nervioso autónomo, también conocido como sistema nervioso involuntario. Y es que el SNA juega un papel fundamental en el funcionamiento cotidiano del cuerpo humano, regulando de manera inconsciente funciones vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal, el metabolismo, el balance hidroelectrolítico, la digestión, la micción y defecación, la dilatación pupilar y la respuesta sexual, entre otras. Sin embargo, cuando este sistema se desequilibra, puede surgir una condición conocida como disautonomía, afectando significativamente la calidad de vida de la persona afectada. En este artículo, exploraremos las funciones del SNA, te explicaremos qué es la disautonomía, abordaremos sus síntomas y causas, así como el papel que juega la tecnología de Neuromodulación No Invasiva NESA® para la recuperación de pacientes con disautonomía. Para terminar, ofreceremos una serie de consejos prácticos para mantener el sistema nervioso autónomo en equilibrio.

Funciones del sistema nervioso autónomo

A lo largo de la vida de nuestro blog, NESA life, lo hemos repetido muchas veces: cuidar el sistema nervioso autónomo resulta fundamental para mantener nuestra salud en plena forma. El SNA se divide en dos componentes principales: el sistema nervioso simpático y el parasimpático. El primero se activa en situaciones de “lucha o huida”, preparando al cuerpo para una acción rápida, aumentando la frecuencia cardíaca, elevando la presión arterial y liberando energía almacenada. Por otro lado, el sistema nervioso parasimpático promueve el estado de “descanso y digestión”, ayudando al cuerpo a calmarse después de un peligro y facilitando procesos como la digestión y la regulación del sueño.

¿Qué es la disautonomía?

La disautonomía es un término que engloba diversas condiciones médicas que implican un mal funcionamiento del SNA. Este desorden afecta la capacidad del cuerpo para realizar funciones automáticas esenciales, lo que puede llevar a múltiples y variados síntomas. Aunque algunas formas de disautonomía son temporales y gestionables, otras pueden ser crónicas y significativamente debilitantes.

Qué provoca la disautonomía

Hay muchos tipos de trastornos del sistema nervioso autónomo. Es posible que sean hereditarios o causados por una lesión, o por afecciones como la diabetes, la enfermedad de Parkinson, una enfermedad autoinmunitaria o el alcoholismo. En ocasiones, la causa es desconocida. Este tipo de trastornos que afectan al equilibrio del sistema nervioso autónomo se llama disautonomía.

Síntomas de la disautonomía

Los síntomas de la disautonomía varían ampliamente según la gravedad y el tipo de trastorno, pero pueden incluir:

Variabilidad en la frecuencia cardíaca y la presión arterial

La frecuencia cardíaca y la presión arterial son reguladas por el sistema nervioso autónomo. En personas con disautonomía, estas pueden fluctuar significativamente debido a la falta de regulación adecuada. Esto puede manifestarse como palpitaciones o sensaciones de latido cardíaco irregular y rápido o, por el contrario, muy lento. Las fluctuaciones en la presión arterial pueden provocar episodios de hipertensión o hipotensión, que no solo son desconcertantes, sino que también pueden ser peligrosos, afectando la perfusión de órganos vitales y la salud general.


Problemas gastrointestinales como el SII (Síndrome de Intestino Irritable)

La disautonomía puede afectar la motilidad gastrointestinal, es decir, la capacidad del tracto digestivo para mover el contenido de manera eficiente. Esto puede llevar a síntomas típicos del síndrome de intestino irritable, como dolor abdominal, hinchazón, episodios de diarrea y estreñimiento, y una sensación general de malestar abdominal. Estos síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia, complicando significativamente la vida diaria y la nutrición de la persona afectada.

Fatiga crónica y debilitante

Una de las quejas más comunes y desafiantes para los pacientes con disautonomía es la fatiga crónica. Este tipo de fatiga va más allá del cansancio regular; es una fatiga profunda y persistente que no mejora con el descanso y puede limitar severamente la capacidad de una persona para llevar bien su rutina diaria. Esta fatiga se debe a la sobreexigencia constante del cuerpo para tratar de mantener un estado de equilibrio homeostático que el SNA no puede regular adecuadamente.


Mareos y desmayos, especialmente al ponerse de pie (hipotensión ortostática)

La hipotensión ortostática es una caída brusca en la presión arterial al cambiar de posición (por ejemplo, al levantarse de una posición sentada o acostada). Esto puede llevar a mareos, sensación de aturdimiento, o incluso desmayos. Estos síntomas ocurren porque el SNA no logra ajustar rápidamente la presión arterial a los cambios de gravedad y posición, lo cual es crucial para mantener el flujo sanguíneo cerebral adecuado.

Dificultades con la regulación de la temperatura corporal

El sistema nervioso autónomo también influye en la regulación de la temperatura del cuerpo. En pacientes con disautonomía, el control de la temperatura puede ser errático, resultando en episodios de sudoración excesiva o, al contrario, incapacidad para sudar, así como intolerancia al calor o al frío. Estos problemas pueden ser particularmente incómodos y afectar la capacidad para realizar actividades cotidianas.

Problemas respiratorios y dificultades para dormir

Los trastornos del ritmo respiratorio y del sueño también son comunes en la disautonomía. Los pacientes pueden experimentar episodios de respiración rápida o superficial y dificultad para controlar la respiración bajo estrés o durante el ejercicio. Además, la disautonomía puede afectar los patrones de sueño, resultando en insomnio, sueño interrumpido o, en algunos casos, hipersomnia. Estos problemas no solo afectan la calidad del sueño, sino también el bienestar general y la capacidad de recuperación del cuerpo.


Cada uno de estos síntomas presenta sus propios desafíos, y su manejo requiere un enfoque integral y personalizado, destacando la importancia de una evaluación y tratamiento adecuados para mejorar la calidad de vida de quienes sufren de disautonomía. En este punto, la Neuromodulación No Invasiva NESA® del sistema nervioso autónomo, se presenta como una opción óptima para tratar este tipo de dolencia. Te explicamos cómo.

Qué es y cómo funciona la Neuromodulación No Invasiva NESA®

Tramientos y manejo de la disautonomía

La Neuromodulación No Invasiva NESA®

La tecnología médica avanzada de Neuromodulación No Invasiva NESA® representa un avance prometedor en el tratamiento de la disautonomía. Este tipo de terapia utiliza envía impulsos eléctricos suaves al sistema nervioso con el objetivo de ‘reajustar' y optimizar su funcionamiento. Al estimular de manera específica ciertas áreas, se puede influir positivamente en la regulación autónoma, mejorando así los síntomas de la disautonomía sin necesidad de intervenciones quirúrgicas. Se trata de una tecnología no invasiva e indolora para el paciente, con resultados a corto y medio plazo que se mantienen en el tiempo.

Beneficios de la neuromodulación no invasiva

  • Los impulsos eléctricos de la Neuromodulación No Invasiva NESA® se utilizan como un tratamiento complementario para mitigar el dolor, recuperando la movilidad y el tono muscular.
  • También puede ser utilizada como una técnica preventiva para evitar lesión o la aparición de dolor en enfermedades que son crónicas.
  • Además, se aplica en el ámbito deportivo para ayudar a mejorar el rendimiento físico de los deportistas en sus entrenamientos, recuperando notablemente la fatiga muscular y mejorando su calidad de sueño.
  • En el ámbito uroginecológico su uso resulta beneficioso para tratar dolencias como el síndrome de vejiga hiperactiva, disfunción eréctil y/u otro tipo de problemas relacionados con el suelo pélvico.


Consejos para cuidar  el sistema nervioso autónomo

Proteger y fortalecer el SNA es vital para prevenir o manejar la disautonomía. A continuación, te detallamos algunos consejos prácticos para mantener tu sistema nervioso autónomo en un perfecto equilibrio:

  1. Mantén un horario regular: Establecer rutinas para las horas de comer, dormir y realizar actividad física puede ayudar a regular el SNA.
  2. Ejercicio moderado: Actividades como caminar, nadar o realizar ejercicios de yoga pueden mejorar la función autónoma al estimular de manera equilibrada el sistema nervioso simpático y parasimpático.
  3. Dieta balanceada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros y baja en azúcares procesados y grasas trans, debería ser algo obligatorio. De esta manera, favoreces la salud del SNA, mejorando tu estado de salud general.
  4. Técnicas de relajación: Prácticas como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness pueden reducir el estrés, bajar tus índices de cortisol y promover un equilibrio entre los sistemas simpático y parasimpático.
  5. Evitar sustancias estimulantes: Reducir o evitar el consumo de cafeína y nicotina puede ser beneficioso, ya que estas sustancias pueden alterar el funcionamiento del SNA.
  6. Hidratación adecuada: Mantener una hidratación adecuada es crucial para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso y para prevenir síntomas como la hipotensión ortostática, de la que te hemos hablado más arriba.
  7. Consulta profesional: Ante síntomas recurrentes o preocupantes, es esencial buscar la orientación de un profesional de la salud. Este puede proporcionar un diagnóstico adecuado y sugerir tratamientos específicos, incluidos enfoques como la neuromodulación no invasiva.

El cuidado integral del cuerpo en la época actual

Vivimos en una época de avances tecnológicos sin precedentes, donde la ciencia médica ha progresado a pasos agigantados, permitiéndonos entender mejor y tratar condiciones tan complejas como la disautonomía. A pesar de estos avances, la prevalencia de trastornos del sistema nervioso autónomo nos recuerda la importancia de cuidar nuestro cuerpo y mente con un enfoque integral.

El ritmo acelerado de la vida moderna a menudo impone estrés en nuestro sistema nervioso autónomo, subrayando la necesidad de adoptar prácticas que promuevan el equilibrio y el bienestar general. La Neuromodulación No Invasiva NESA®, surge como una herramienta valiosa, complementando estrategias tradicionales de salud y bienestar. Sin embargo, la prevención sigue siendo clave. Mantener un estilo de vida saludable, atender a nuestras necesidades físicas y emocionales, y buscar asesoramiento médico cuando sea necesario, son pasos esenciales para proteger este sistema vital.


El futuro del cuidado del sistema nervioso autónomo

En resumen, al cuidar de nuestro sistema nervioso autónomo, no solo estamos evitando la disautonomía y otros trastornos, sino que también estamos mejorando nuestra calidad de vida en todos los sentidos. Es hora de que cada persona tome un papel activo en el cuidado de su salud, adaptando los conocimientos y tecnologías disponibles para vivir una vida más plena y saludable.

Antes de terminar, te queremos formular una pregunta, ¿crees que es importante cuidar el sistema nervioso autónomo? Te leemos en comentarios.

Para profesionales de la salud

Si eres profesional de la salud y tu respuesta ha sido afirmativa, te invitamos a conocer más nuestra tecnología médica de Neuromodulación No Invasiva NESA®, contacta con nosotros.

Para pacientes

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