Conclusión: Recibe el Apoyo que Necesitas en Tu Recuperación 

Si estás en proceso de recuperación después de una cirugía o sufres de dolor crónico, NESA® podría ser la solución que necesitas para mejorar tu bienestar. Con un enfoque personalizado, este tratamiento puede ayudarte a reducir el dolor, la ansiedad y el insomnio, y acelerar tu recuperación, permitiéndote recuperar tu calidad de vida de forma más rápida y eficaz. 

Descubre cómo NESA® puede ayudarte a avanzar en tu recuperación y mejorar tu bienestar integral.

Testimonio de Manuel Rando:

Hola, mi nombre es María González y soy fisioterapeuta. Estoy aquí para contaros sobre Manolo Rando. Manolo Rando es uno de esos pacientes que llegan a nuestra consulta con muchas limitaciones funcionales. También vino por recomendación, una de esas en las que sientes la presión de ayudar con un interés especial en su mejoría. Cuando llegó a la clínica, estaba realmente deprimido. Pasamos una hora y media escuchándolo para entender por qué se encontraba en esa situación. Había sido operado, había sufrido una caída y luego vivió lo que él describía como una pesadilla.

Después de varias cirugías en la columna lumbar, donde tuvieron que cementar algunas vértebras debido a fracturas espontáneas, tenía mucho dolor y, lo que era más grave, no tenía motivación ni interés en mejorar, debido a su depresión asociada. Vino a la consulta prácticamente obligado, casi a la fuerza. Para él, era un gran problema incluso acceder a la clínica. Cuando nos sentamos, mi principal preocupación era hacerle entender lo que le estaba ocurriendo y mostrarle cómo necesitábamos estabilizar su sistema nervioso autónomo, explicándolo en un lenguaje que él pudiera comprender.

Hola, buenas tardes. Soy Manuel Rando y tengo 73 años. Tengo mucho dolor en la parte baja de la espalda. Esto se debe a que sufrí una caída en el hospital y me fracturé tres o cuatro vértebras lumbares. Tuve que ser operado tres veces y la intervención consistió en la inserción de cemento quirúrgico en las zonas dañadas. Las operaciones salieron bien, pero el resultado no fue el esperado, porque me quedé con mucho dolor en la espalda, un dolor que no desaparecía ni con medicación. Me recetaron fármacos muy fuertes, incluso derivados de opiáceos que suelen darse a pacientes con cáncer, pero no los toleraba bien y tuvieron que retirármelos.

Teníamos varios objetivos. Para él, el principal era el dolor, pero le expliqué que había una necesidad primaria: mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad, lo que también contribuiría a mejorar su estado de ánimo. Por lo tanto, enfocamos el tratamiento en estos aspectos. Se le aplicó un tratamiento con un bono de diez sesiones que realizamos de manera pasiva en consulta. La mejoría fue progresiva, especialmente en su funcionalidad y estado de ánimo.

Pronto comenzó a venir solo a la consulta. Al principio llegaba en autobús, apenas podía caminar, le costaba subir escaleras y realizar tareas básicas de higiene. Sin embargo, antes de que terminaran las primeras tres o cuatro semanas, ya podía venir desde su casa caminando, haciendo pequeñas pausas en el camino. Ya no dependía de ningún familiar para acudir a consulta. Es un paciente al que le tenemos especial cariño porque vimos su gran evolución.

Ahora está muy agradecido. Sabe que necesitará mantenimiento, pero su calidad de vida ha mejorado mucho. Aún no ha alcanzado su límite óptimo, pero tiene una visión más amplia de su situación y comprende que, a pesar de su perfil depresivo, contamos con herramientas para ayudarle, no solo a nivel musculoesquelético y en su dolor, sino también en su estado de ánimo. Mejorar su sueño ha jugado un papel clave en este proceso.

Cuando llegué a la clínica, no podía ni mantenerme de pie ni enderezarme. Apenas podía caminar. Subir las escaleras desde la calle hasta el segundo piso fue tremendamente difícil para mí, pero lo hice. Me acostumbré y me dije a mí mismo: "A ver si tengo suerte". Le conté todo lo que me había pasado y comenzamos el tratamiento. ¿Cuál fue mi sorpresa? Primero, tuve unas sesiones con NESA® y, aunque en la primera sesión no noté mucha mejoría, tras la segunda sesión sí noté un cambio significativo. Incluso pude ir de la clínica a casa sin dolor. Era la primera vez en meses que no sentía dolor.

He mejorado muchísimo hasta el punto de que ahora puedo hacer todo por mí mismo. Puedo caminar y mi calidad de vida ha mejorado notablemente. La verdad es que estoy muy contento y no me arrepiento en absoluto de haber venido y haberme puesto en sus manos.

Mejorar ha supuesto algo muy sencillo pero esencial para mí: afeitarme solo. Antes dejaba la barba crecer dos o tres días porque afeitarme me dolía demasiado. No podía ducharme. Quiero recalcar esto, porque realmente no podía ducharme. No podía mantenerme en pie, ni siquiera para tomar una ducha. Sufría muchísimo. Y ahora, prácticamente, cuando me ducho, ya no tengo dolor. Esto es lo que más he notado. Ahora puedo sostenerme en la ducha y hacerlo sin ayuda.

He sentido una mejoría notable y ahora tengo una gran satisfacción y alegría tras el tratamiento. Sí, he notado una gran felicidad. Quiero agradecer a María y a todo su equipo. Son muy amables conmigo y me tratan con mucho cariño, algo que, quienes tenemos tendencia a la depresión, también necesitamos.

Testimonio de Albert Moreno:

Tenía dificultad para hablar y una mirada perdida. Usaba un líquido lagrimal artificial.

Hola, soy Albert Moreno. Soy fisioterapeuta, osteópata y Director de la Clínica Upline en Barcelona.

Este caso trata sobre Verónica, y es un caso muy especial. Es mi vecina, así que la veía con frecuencia en el pasillo. Me contó que había tenido un tumor cerebral y que sufría una parálisis del nervio facial y trigémino. Evidentemente, tenía dificultad para hablar, una mirada perdida y usaba un líquido lagrimal artificial.

Era una situación bastante compleja y, al mismo tiempo, estábamos hablando de una chica de 26 años. Imagina su situación, no solo a nivel estético, sino también a nivel funcional. Yo llevaba apenas tres meses con el dispositivo y este fue un caso en el que dije: Veamos hasta dónde puede llegar el dispositivo NESA. Hay fotos de este caso, con su autorización para publicarlas en nuestras redes sociales, donde se pueden ver cambios impactantes. Y no solo a nivel estético: ahora hablamos de una paciente que puede hablar perfectamente.

Es una paciente que ya no usa líquidos lagrimales, puede tragar sin dificultad y, obviamente, está súper feliz. El dolor en la zona parietal también disminuyó. Imagina la satisfacción que sentimos como terapeutas al poder mejorar la calidad de vida de estas personas, que, seis meses después de la intervención, solo iban a recibir clases de logopedia y poco más.

Actualmente, ya no usa el dispositivo porque ha mejorado muchísimo, pero siempre está disponible para seguir sumando. Y cuando habla del dispositivo NESA, lo hace con entusiasmo y lo recomienda con alegría, como ella misma dice, para ayudar a otras personas.